miradascelestes

martes, abril 18, 2006


Enmarañables sensaciones corren por entre los dedos.Extasis de deseo incontrolable que transpasa las barreras de la moralidad.Sus manos se sumergen entre mis muslos produciéndome espasmos de interminable agitación.Sus labios secos ansian el néctar emanado. Mi boca aprisiona suavemente el estallido que crece.Desenfreno ante el asomo del placer; hormigueo que penetra las entrañas. Austral batalla entre dos cuerpos que se encuentran en el azar de los dias.

viernes, abril 14, 2006

Recojo mis lágrimas, las guardo bien dobladas en la hoja del cuaderno que escribió un día la agonía de la cuenta regresiva. Todo empezó con un solo sonido apenas perceptible que se alimentaba de aquellos otros que le eran familiares. Hoy la melodía se confunde entre el sonido inicial y la nueva creación. Armonía perfecta que confunde el alma. Tomo mis sonrisas y las deposito cuidadosamente en el estante donde reposa la bailarina en su movimiento eterno. Suenan de nuevo los tambores que anunciaron en su momento el inicio de la danza; ahora sumergen a los espectadores en la inevitable decadencia; anuncian la marcha final. Nuevamente los asistentes a tan efímero espectáculo dejan el espacio ocupado y con el silencio en sus hombros se dirigen uno detrás del otro hacia la salida. El peso del pensamiento les hace arrastrar sus hinchados pies creando un compás aturdidor. Rápidamente escondo mis manos para que no se presten para tan lamentable suceso; mis puños se cierran hasta sangrar los dedos; gotas de sangre resbalan anunciando la inconformidad. Las palabras no son pronunciadas, caen como lluvia en medio del llanto que se ahoga en la infinidad de la marcha. Delicadamente se posa en mí el blindaje tejido con hilos de hierro que será escudo ante el desenfreno y la locura que esperan en la puerta. Emprendo la marcha con la herida en mis manos; anuncio lento de un morir.

domingo, abril 09, 2006


Su foto pegada en un pequeño papel blanco revela la insistente aventura que le mantiene en pie. Su mirada se pierde entre la luz que le encandelilla y el ojo que lo mira. Se aferra a su intuición y su alma mientras tanto se resquebraja en minúsculos trocitos de llanto; no puede dejar de sentir la cercanía de quien ya no esta y se siente solo. La caída espesa de pensamientos e imágenes de ensoñaciones, se posan sobre su cabeza, le aturden y una lágrima se resbala trabajosamente por entre las mejillas.
Al otro lado, su camino se estrecha hasta sentir que lo aplasta, solo puede respirar por un delicado y sutil tubo que sale de la boca hacia el exterior; sus manos ya no tienen fuerza para sostener las palabras que le asaltan; sus oídos ya no escuchan la armonía del instante y su boca se ha carcomido de rabias y desilusiones. Duda de su existencia propia haciendo inútil la aspiración de una alegría, duda de la oportunidad que tiene de un deseo y persiste en la agonía. En la calle se dibuja la diversidad que le podría salvar pero su miedo se siente confortablemente cómodo, su reinado apenas comienza.

miércoles, abril 05, 2006

Un momento de lucidez

La lluvia golpeaba la ventana como si quisiera desvestirla o tal vez solo quería interrumpir su esmerado sueño. Un tenue frío se metía entre las cobijas y la hacía estremecer; ha soñado que en la radio una voz angelical canta una marinera a manera de vals que dice:

“Oh! Se que estas pensando equivocadamente que ya no te quiero… me lo han dicho tus ojos… hoy te vi llorando y llore también... acaso no comprendes… que eres mi adoración…daría yo mi vida... también el corazón… la sangre de mis venas… también te la daré…con tal que te convenzas que siempre te amare…”

Se queda con la tonada que la transporta al titulo de aquella melodía… ¡siempre te amare! – dice despertando y un silencio se extiende imponiéndose sobre su voz y la lluvia.
Reposa nuevamente su cabeza sobre la almohada y piensa en aquella frase.

S I E M P R E T E A M A R E…

Recordó la definición de Siempre: “En todo o en cualquier tiempo, perpetuamente o por tiempo sin fin, decididamente”; se asustó. El verbo amar ya no tenia ni que recordarlo, sabia perfectamente lo que era, que sabor tenia, cual era su aroma y cual su dolor…
Esa frase de tres palabras que nombraban a ese “TE” le pellizcaba el corazón; pero como por encanto, como cuando un hechizo es esperado sin ser invitado, sintió un alivio. Las gotas dejaron de hacer ruido y como tambor anunciando el comienzo de la ceremonia, su corazón latió; “pum, pum… y entre sonido y sonido escucho: “Memento vivere”. Una sonrisa se descolgó de sus labios y volvió a quedarse dormida…

lunes, abril 03, 2006

Cuando llegaba de su trabajo, se sentaba en las escaleras a repasar, sin ningún afán, aquellos pasos dados durante su aventura en el mundo exterior. Una zozobra le invadía cuando, en medio de su remembranza se veía entrando en aquella casa vieja a la que nunca dejaría de visitar. Sus manos se helaban y un aire húmedo entraba por la nariz congelando cada fibra de su cerebro, haciéndolo estornudar.
Aquí estoy –decía mientras sus pies, ya involuntarios se adentraban en el portal de aquel lugar. Su corazón se encogía y su aliento se cortaba.
Por un momento sentía, sentado en las escaleras que aun estaba allí, pero se sacudía y volvía a su presente. Luego se levantaba y casi sin darse cuenta subía 5 pisos para adentrarse en su hogar, en su guarida, en su cueva, allí donde nada y todo tenia sentido para él, donde podía soñar sin que le fuera delimitada la imaginación, donde el aroma de las paredes húmedas se convertía en delicioso perfume de jazmín; y allí, en su lugar, cercado de trincheras mal tejidas reposaba su cuerpo abrazado a la imagen de ser libre.