A veces, en medio de la esperanza pienso que el esfuerzo es parte del andar y tartamudea entre las ventanas que tiemblan por el paso de los autos a toda velocidad, el ansiar de que aquellos revisen minuciosamente sus propios actos. Envuelta entre la isla desierta en donde no he aprendido a decir NO, me pica la inmadurez pintada de arco iris para que no se despierte el conflicto; voy entre sonrisa y sonrisa, entre mirada ausente y mirada presente, entre el roces y gritos imaginarios, entre medio verdades en medio de medio mentiras.
Son pocas las veces en que el triunfo acaricia el nerviosismo innato devolviéndome la esperanza de que piense que el esfuerzo es parte del andar.
Otras veces sólo escarbo con pinzas la basura arrojada para encontrar aquello que se les olvido guardar, aquello que se les olvido conservar.
Y siempre los ojos estarán abiertos a la ventana que me permite ver el mundo sintiendo la envidia del amor, de la pasión, de la cordura, de la estupidez, de la agonía, del olvido… del presente….
Son pocas las veces en que el triunfo acaricia el nerviosismo innato devolviéndome la esperanza de que piense que el esfuerzo es parte del andar.
Otras veces sólo escarbo con pinzas la basura arrojada para encontrar aquello que se les olvido guardar, aquello que se les olvido conservar.
Y siempre los ojos estarán abiertos a la ventana que me permite ver el mundo sintiendo la envidia del amor, de la pasión, de la cordura, de la estupidez, de la agonía, del olvido… del presente….