miradascelestes

martes, junio 13, 2006

Su soledad

Desde el piso 11 se escuchan los lamentos de los olvidados después de una noche donde sus cuerpos se calentaron con otros cuerpos. Los rayos de luz penetran por entre los tejados color naranja y secan las lágrimas de los ausentes. El río que divide la ciudad en dos, se encarga de llevarse todos los pesares, los amores y desamores, los deseos y las fantasías que habitan pesadamente en el alma de quienes viven.

El sale de su guarida día tras día escapando de la desoladora imagen de su madre; le da un beso en la frente y se aleja con la esperanza de que si muere durante su ausencia por lo menos pudo besarla una última vez. Camina y se confunde con los otros hasta llegar a un destino rutinario que le recibe con los brazos abiertos y con una sonrisa alentadoramente melancólica. Se refugia.

Durante el día anhela la noche para acompañar a Su soledad, ella le reclama constantemente por su desmesura. El la contenta con un beso en la frente, la saca a bailar, la embriaga y luego le hace el amor hasta bien entrado el amanecer para luego regresar en silencio y sin hacer ruido, meterse en su cama y desear que pronto anochezca.

Un día, o mejor, una noche en la que Su soledad estaba con dolor de cabeza, conoce a una mujer; le pregunta su nombre y si le gusta el río que divide la ciudad en dos. No le interesan sus respuestas, se conforma con haber podido preguntar. Caminan, bailan y cuando le hacia el amor, sus manos tiemblan y sus dientes castañean; siente que Su soledad ha sido violada, ultrajada y golpeada violentamente. Llora sin consuelo alguno y se queda aferrado a una almohada con olor a mujer.

El duelo comienza, Su soledad agoniza entre los matorrales abandonada.

8 Comentarios:

  • Angelica:
    ante todo te digo muy bienvenida a bordo, y muchas gracias pro tu bello comentario.
    Luego de leer tan sólo este últim relato, es un halago que puedas participar de los viajes en mi barco de sueños.
    Quién mejor que tú para apreciar ese idioma,habiendo dado a luz a un ente a un sentimiento, un trauma, una compañía aquí y ahora, para este hombre, que tal vez se pueda reconocer en tantos silenciosos, descarnadamente solos, que realmente la adqeiren como uan compañera en las buenas y en las malas.
    Un besito y hasta pronto !!

    Por Blogger El Navegante, A la/s 11:50 p. m.  

  • En realidad "soledad" nunca estará realmente sola. Tal vez la "soledad" de él empiece a estarlo...

    Muy buen relato

    Felicitaciones

    Por Blogger tierragramas, A la/s 10:49 a. m.  

  • Su soledad era su compañera, y su asesino, duelo único.
    Buen post.
    Abrazos.

    Por Blogger @Igna-Nachodenoche, A la/s 1:18 p. m.  

  • escuchando una cancion de cafe tacuba mientras leo este post me atrevo a sentir que la soledad nunca muere. no se sabe porque, pero desaparece hasta que un buen dia la encontramos al abrir un libro, en una estacion de metro o como bien lo dices, agonizando en un matorral.

    Por Blogger JUAN, A la/s 6:26 p. m.  

  • Uno de los grandes conflictos del ser humano.

    Te mando un beso.

    Por Blogger Aristóteles, A la/s 1:49 a. m.  

  • Muy bello relato, saludos

    Por Anonymous Anónimo, A la/s 10:30 a. m.  

  • Me gusta tu blog, como escribes y la poesía anterior.

    Saludos.

    Por Blogger TORO SALVAJE, A la/s 1:38 p. m.  

  • ¿Será por eso que dicen que la soledad es mala consejera? No importa, siempre habrá otra soledad para hacerle el amor, al fin y al cabo habitamos en la era de la eterna soledad...

    Por Blogger CARLOS ARTURO GAMBOA, A la/s 4:31 p. m.  

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