miradascelestes

sábado, noviembre 26, 2005

Bajo a los infiernos, allí donde no se piensa en el cielo azul. Desciendo por la peligrosa endidura que hay en esta pared que tiembla. Renunciar, dejar, abandonar, desapegarse, perder, entregarse y abrir la puerta para entrar.
Estoy atrapada en la inmensidad de posibilidades. pero solo hay una; verde, oxigenada, fresca; aun inalcanzable para mis sentidos enjaulados en este cuerpo imperfecto. Difícil tarea emprendida cuyo impulso fue intuitivo y que ahora se convierte en consciencia, consciencia que pesa como la delicada caída de una pluma.
Las señales llegan, se manifiestan claramente. Esta parte de mi no quiere escuchar, ella domina. Quiere ser atendida y rectificada, se siente ausente por los días, no la he dejado ser. Acomete con fuerza y me desplaza. -Donde estoy en estos momentos? Donde estas Luz de este camino pasajero? Por qué me resisto a verte, a encontrarte, a sentirte?-
Mi alma se parte en dos, como la tierra del cielo, lo sutil de lo denso... constante oposición, constante paradoja!
Tiemblo al saber que existes y no logro entenderte en mi busqueda, esta jaula no me deja verte. Mi propia sombra me oculta de ti...

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