El peso de una gota
Los días pasaban y el marco gris de la puerta de la entrada estaba astillado. Sobre la ventana estaba una hermosa y bien cuidada astromelia. El viento pasaba suavemente por entre sus hojas verdes. Durante la noche, la lluvia caia en forma de diminutas gotitas humedeciendo todo lo que estuviera a su alcance, incluso dentro de la casa. Por eso el marco ya no podia soportar más el peso de su puerta. El agua había hecho tantos estragos con él durante tanto tiempo de lluvia. Lluvia eterna. Eterno frío. Todo estaba corroido. Era tan grande la estulticia de la lluvia que se sentia dueña de todo lo que tocaba. Un día el marco de la puerta cayo, no pudo resistir más y con él se vino a bajo todo el imperio con el que la lluvia se mantenia orgullosa. Lloró amargamente, tanto que sus lágrimas se secaron. Al siguiente día el sol timidamente despertó de su interminable encantamiento.
2 Comentarios:
Me encantó y me deja pensando en las veces que vamos por algo y nos empecinamos contra vienbto y marea y no paramos de luchar. Muchas veces cuando conseguimos esa piedra filosofal, no tenemos fuerzas para dsifrutarla.
UN BESO
Por
Maldito Duende, A la/s
10:14 a. m.
Muy suave tu descripción...
Besos
Por
Anónimo, A la/s
9:13 a. m.
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