miradascelestes

jueves, febrero 16, 2006

Esperanza (II y III)


II
Mirada perdida en un infinito celeste que anima a reaccionar; vuelve la sensación de este cuerpo destrozado por el azar inquebrantable del tiempo. Fluye la caricia del otoño que se va llevándose el ocre de sus hojas. De nuevo los pies sostienen mi cabeza. Dar el paso que anuncia la bienvenida de la colorida aventura de un cálido amanecer.
El horizonte se pierde entre las ramas de obtáculos fantasmagóricos; arañan y rasgan un porvenir. Una lágrima húmeda brota del sol sanando heridas profundas.
III
Una luz entra por el orificio de mi pecho expandiéndose; urga los rincones más secretos llenando de sensaciones extasiadas mi cordura. Depronto deja de existir. Cada hueso, cada músculo se contrae, se destruye. No hay más tejidos que puedan ser carcomidos. Suavemente desvanezco, desaparezco por el tunel sin fin. Caigo. Solo un hilo me sujeta. Aparente calma, aparente dolor. Un sutil suspiro divide mi ser en miles y miles de partículas que se posan en la gota de agua que anuncia que el invierno se acerca.

1 Comentarios:

  • Ese hilo que te sujeta y que jamás te dejará caer es una mano que te agarra fuertemente, esa mano que poco a poco te devolverá a la superficie y una vez en ella volverás a respirar. Aférrate fuerte a mi mano.

    Te amo.

    Por Anonymous Anónimo, A la/s 7:06 p. m.  

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